LA TRAYECTORIA. 1ª parte.
Corría el año 1.980 y por aquel entonces, cuando quedaban pocos días para el inicio de los Juegos Olímpicos de Moscú, el día 2 de julio, a eso de las cuatro de la mañana, en nada más y nada menos que la capital de España (Madrid) nacía un niño, al que más tarde le pondrían el nombre de Álvaro. Este pequeño mozalbete sería el segundo hijo de una familia de tres hermanos, formada por dos chicos y una chica, y a los que sus padres intentaron educar por igual y sin ningún tipo de privilegio unipersonal.
-“Como habréis podido observar, ese niño era yo”.

-“Todavía me acuerdo de aquellas pruebas, pruebas que no se cómo serán ahora, pero que hace 20 años dolían un poquillo”.
Siguiendo con la historia y ya en la ciudad de Alicante, el pequeño Álvaro fue matriculado a los 6 años en un colegio privado, para no variar, comandada por un grupo religioso católico, Los Franciscanos.
- “Claro está, que por aquella época todos los padres pensaban que si el niño iba a un colegio de pago sería más listo que los demás, cosa que con el tiempo se ha demostrado que no es verdad. Ya que si el niño no quiere estudiar, los profesores no pueden hacer milagros, por mucho grupo religioso al que pertenezcan. Únicamente podrán intentar motivarlo para que estudie.”
Más tarde toda la familia se trasladó a otro barrio de la ciudad de Alicante, con lo que al pobre Álvaro y a sus hermanos les tuvieron que cambiar de colegio, el cual, esta vez, era público y donde comenzaría 4º de E.G.B (Enseñanza General Básica, para los que no estén familiarizados con el término, por culpa de las reformas educativas) finalizando, más tarde, su etapa escolar, al acabar 8º de E.G.B. Después de esta etapa comenzaría otra en el instituto, al cursar 1º de BUP (Bachillerato Unificado y Polivalente, que poco tiene que ver con el Bachillerato actual), como marcaban los cánones de la época.
- “Esta primera etapa, por aquel entonces, fue dura, aunque ahora parezca insignificante después de todo lo vivido. Pero después de todo conseguí superarla, con un gran esfuerzo y, por qué no decirlo, con un poquito de ayuda extra, gracias al mítico y elaborado método de la chuletilla... y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.”
Con esta breve explicación acaba mi niñez. Para algunos les habrá parecido interesante y para otros les habrá resultado aburrida. Pero, ¡¡¡qué esperaban!!!, es lógico que durante la niñez de una persona todo sea tan simple, pues no se viven grandes experiencias. O si les parece les hablo de aquella vez que me regalaron mi primer HE-MAN o mi primer GIJOE.


Por esto invito, a todo el que quiera, a leer mi próxima publicación (LA TRAYECTORIA. 2ª parte) en la que podré contar cosas más interesantes durante mi estancia en el instituto o institutos.
P.D.: Para el que no lo haya hecho todavía, le invito a visitar mi primer blog, PUNTO DE PARTIDA, donde cuento los motivos de mi creación.