05 marzo 2006

LA TRAYECTORIA. 3º parte.

Y por fin a finales del año 1.996 fue cuando el joven Álvaro se dio cuenta de que por primera vez, en su joven vida, su decisión había sido la correcta. La decisión de embarcarse en la larga travesía de los estudios de Formación Profesional (F.P.).



Pero aún cuando la decisión ya estaba tomada o incluso después de llevar ya un tiempo cursando sus nuevos estudios, el joven Álvaro tuvo que hacer frente y aguantar los típicos comentarios, que llegaban a sus oídos de forma directa o indirecta, de alguno de los miembros de esta sociedad; “que como ya sabemos todos, se mueve más por los comentarios o pseudoconsejos de la gente, que menos está cualificada para hablar de lo que en la mayoría de los casos habla”.
Dichos personajes intentaron influir, negativamente, dando su opinión sobre los nuevos estudios, que el joven Álvaro se disponía a realizar, “y es que, se ve, que cuántos menos conocimientos tiene una determinada persona sobre alguna materia determinada, más se cree estar en la posesión de la palabra, dando su opinión como si se tratara de ¡¡¡ cuál experto indiscutible en el campo abarcado en una conversación !!!”
Y para que no haya ninguna duda, pongamos un ejemplo:
Cuando el joven Álvaro ya había comenzado sus estudios de F.P. le llegaron a sus oídos, por medio de un familiar, un comentario de una tercera persona, que había conversado con dicho familiar. Pasemos pues a reproducir dicha conversación:

Familiar: Hola señor/a X.
Señor/a X: Hola.¿ Una cosilla qué le quería preguntar, que estudia Álvaro?
Familiar: Álvaro ahora está estudiando formación profesional.
Señor/a X: ¡¡¡Ay qué pena !!! ¿Qué ocurre, qué no quiere estudiar, no le gusta? Mira que al hijo de una amiga lo metieron también en la F.P., esa, y al chaval lo han echado a perder y no saben que hacer con él.


Y después de este maravilloso ejemplo, vamos ha hacer una pequeña reflexión intentando sacar, si se puede, alguna conclusión de lo dicho en esta conversación.


  • Vamos a ver señor/a X, referente a esa creencia que se ha tenido siempre, de si el niño no quiere estudiar vamos a apuntarlo en la F.P. que algo hará allí. ¡¡¡Qué pasa, que todos los que nos apuntamos a F.P. es porque no queremos estudiar o porque no tenemos nada mejor que hacer!!!, y claro, como todo el mundo se cree que tu llegas allí y por tu cara bonita te dan el titulo nada más aparecer por la puerta, pues venga vamos a opinar todos sobre algo de lo que no tenemos ni p… idea, como siempre ocurre, ha ver si topamos con otro igual de listo que nosotros para que siga transmitiendo una imagen equivocada, que diste mucho de la realidad.
    Pues sintiéndolo mucho, no es tan sencillo, puesto que tienes que estudiar y trabajar duro, no solamente para sacar el curso adelante, sino para adquirir los conocimientos necesarios que te puedan hacer falta el día de mañana. Ya que los que hemos conseguido acabar, más tarde o más pronto, ha sido por meritos propios.
  • Referente a lo de: tengo una amiga que su hijo…; yo creo que este comentario está siempre presente en alguna conversación, se podría calificar como la coletilla del pseudoexperto, y si en aquel caso dicha circunstancia hubiera sido cierta. ¡¡¡Vamos a ver!!! por los actos erróneos de una persona no podemos juzgar a toda la F.P., es más, a lo largo de mi trayectoria como estudiante me he topado con auténticos vagos o, como yo les suelo llamar, los indecisos, que luego han sabido rendir como el que más, cuando se han dado cuenta de que los milagros no existían.

Y aunque este es un tema en el que me gustaría extenderme, lo haré en otro momento, ya que como más tarde el tiempo ha demostrado, la F.P. es la clave y el futuro de este país.

Continuando con el relato, Álvaro inicio sus estudios en la FP-1 de electricidad en el I. Politécnico de Alicante, ahora llamado I.E.S. Ant. J. Cavanilles. En el cual, se toparía con gente que estaba allí porque no tenía otra cosa que hacer y gente que si que tenía otra cosa que hacer, pero que habían elegido seguir estudiando.
“De entre todos eso compañeros ahora me doy cuenta de porque había algunos que aprovechaban más el tiempo que otros, pero como ya he dicho, ahora me doy cuenta, cuando ya soy lo suficientemente maduro, creo, como para razonar, porque algunas personas deciden perder algo que parece tan insignificante, pero que a la vez es irrecuperable como es el tiempo."

Durante esta primera etapa, la de la F.P.-1 de Electricidad, Álvaro tuvo la suerte de que varias de las asignaturas aprobadas en B.U.P se las convalidaron, con lo que el restos de años que duró la F.P.-1 se hicieron más llevaderos, pero no por ello, más fáciles debido a la dificultad de algunas asignaturas.

“De esta etapa me quedo con los consejos de algunos de mis profesores, consejos que no te das cuenta lo valiosos que son hasta que te encuentras en algún apurillo en los que los puedas usar, para beneficio propio.”

“Pero como no hay parte buena sin parte mala, de lo único que puedo opinar negativamente es de que no nos preparaban psicológicamente para involucrarnos en el mundo laboral, simplemente nos formaban en diversas tareas que el día de mañana podríamos hacer, pero no iban más allá de lo que estaban acostumbrados a dar y que llevaban varios años dando. Sí, ya se que los medios eran bastante limitados y que los objetivos de la F.P.-1 eran darnos las bases del oficio de electricista y que el día de mañana seriamos nosotros mismos los que elaboraríamos nuestro perfil profesional. Pero yo hubiera dedicado un par de horas al mes o durante el curso, para que nos hubieran dado una charla o simplemente enseñarnos el tipo de trabajo que realizaríamos cuando saliéramos a la calle.”

“Y esto último lo digo, porque en cierta ocasión, en clase de TECNOLOGÍA, un compañero le pregunto al profesor, que para que teníamos que aprender tanta fórmula si íbamos a trabajar de electricistas en una obra. Dándole, el profeso, su correspondiente explicación de la necesidad de adquirir conocimientos. Pero no quedando el tema ahí, otro compañero, alarmado, le pregunto al profesor, que si era verdad que nuestro trabajo se iba a desenvolver, principalmente, en una obra y no en un despacho, como muchos pensaban. A lo que, claro está, el profesor asintió, dando a conocer, a muchos, la cruda realidad del trabajo que les esperaba. Y es que, yo creo, que muchos se metieron ahí sin saber de que iba el tema."

Con esto concluyo mi primera experiencia en la F.P. y digo primera porque hubo otras más al acabar la F.P.-1 de electricidad, las cuales iré narrando, con mi pequeña opinión personal, en sucesivas publicaciones.

P.D.: Para el que no lo haya hecho todavía, le invito a visitar mi primer blog, PUNTO DE PARTIDA, donde cuento los motivos de mi creación.

2 comentarios:

A las 5/6/06 10:09 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

enhorabuena hermanito!
me encantan tus historias, y el enfoque que le estás dando
estoy muy orgullosa de tí. Además me da esperanza pensar que la gente que puede leerte ve más llá del áquí hay tomate, el gran hermano y las ketchup
Tu herma :_)

 
A las 4/11/06 3:25 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

Ciertamente me veo identificado en la parte de lo que narras sobre tu experiencia en FP. Qué casualidad que los dos, hayamos acabando estudiando lo mismo habiendo pasando ya la "edad natural" de empezar la universidad.
He leido esto.

 

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